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VIDEO Mesera se pone a llorar porque llegaron 60 clientes a 10 minutos de cerrar

Un clip difundido en plataformas digitales muestra a una mujer narrando que labora en un sitio que cierra sus puertas a medianoche.

A pesar de esto, algunas personas accedieron al local justo antes del cierre, lo que implica que deberá permanecer allí más tiempo sin percibir un pago adicional. Conmovida y entre sollozos, solicita comprensión y consideración.

En el clip, la muchacha enfatiza que su trabajo no termina simplemente con cerrar el establecimiento; también tiene que encargarse de la limpieza, el cierre de caja y otras responsabilidades. Esto implica que, mientras su superior se beneficia económicamente, ella enfrenta una situación desventajosa.

«Esos individuos carecen de consideración y sensibilidad, parecen olvidar que quien atiende detrás de la barra es un ser humano, no una máquina. Aunque a mi superior le siguen entrando ingresos, a mí no me pagan más.

Parece que les da igual que nadie me compense por el tiempo extra y que, al igual que ellos, tengo una vida y mis propias preocupaciones», comenta la joven.

Después de narrar su experiencia, la joven hace un llamado a los clientes para que actúen con mayor consideración al acudir a establecimientos a horas avanzadas de la noche.

A menudo, los trabajadores de estos lugares deben esforzarse al máximo para llevar a cabo sus tareas, dejando a un lado cuestiones personales que, a la postre, pueden afectar su bienestar emocional y mental.

«La próxima vez que visiten un negocio justo antes de su cierre, recuerden que detrás hay un ser humano que debe quedarse más tiempo; quizá tenía planes para ver a alguien o asuntos pendientes que resolver».

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